Sientocolor: diseñando un sistema para identificar el color de prendas con el tacto.

Por Alfonso Díaz Villaseñor.

Las personas con discapacidad visual enfrentan una serie de obstáculos en la vida cotidiana, entre ellos elegir ropa en tiendas de manera independiente. En el seminario de investigación de diseño industrial de la Universidad Anáhuac México se desarrolló un proyecto que busca atender esta problemática. 

La discapacidad visual es la condición que afecta de manera directa al sentido de la vista; interfiriendo con la óptima recepción y percepción de imágenes, ya sea de forma parcial o total. Según la OMS, al 2021, el 6.5% de la población mundial vive con esta discapacidad. Este tema se utilizó como punto de partida en una de las materias que imparto en la Universidad Anáhuac México, en la licenciatura de diseño industrial, donde desarrollamos una serie de talleres con el equipo del IMETAC para promover nuestra metodología: el diseño centrado en las personas con discapacidad. 

La alumna Harumi Tanaka abordó específicamente el reto de la compra de ropa en tiendas, tras conversar con personas con discapacidad visual que le ayudaron a vislumbrar esta problemática que tienen en su vida cotidiana. Las acciones particulares que se ven obstaculizadas son: elegir sus prendas de manera independiente, identificar los colores o patrones y combinarlas correctamente para vestirse “bien” —según los estándares de la sociedad—. En las conversaciones, se comentaron situaciones como falta de apoyo por parte del personal, la inexistencia de elementos de accesibilidad en las tiendas, e incluso casos donde puede llegar a ser vergonzoso pedir ayuda, como puede ser al comprar ropa interior.

A partir de esta premisa, se profundizó en la investigación para diseñar un sistema táctil que facilitara esta tarea. SIENTOCOLOR, el sistema diseñado, está basado en una guía de colores llamada Feelipa Color Code, donde se usan figuras geométricas para representar cada color. Esta guía fue adaptada y mejorada con base en la retroalimentación de colaboradores con discapacidad visual, con quienes se evaluó cada figura para facilitar su percepción háptica. El sistema se integró en diferentes lugares como bolsas de tela y guías portátiles —con textos en braille para explicar el significado de cada figura—, así como en etiquetas ubicadas en lugares fáciles de ubicar en prendas. Se desarrollaron una serie de prototipos que permitieron descubrir áreas de mejora, co-diseñar con personas con discapacidad visual y llevar a cabo simulaciones de compra de ropa para validar su potencial.

Las alternativas para identificar los soportes más adecuados para la experiencia de compra se hicieron con impresión 3D, lámina metálica e impresión y bordado en tela. Un hallazgo en estas últimas fue colocar la información de cabeza, para hacer más ergonómica la lectura del braille con las yemas de los dedos de quien está comprando. 

Este proyecto ganó el 2o lugar en el concurso de carteles de investigación en la Universidad Anáhuac México. Así mismo, es un claro ejemplo de que, para diseñar productos accesibles es indispensable la participación de personas con discapacidad en todas las etapas de desarrollo, desde la investigación hasta la ejecución.