Por Faby Mijares.
¿Por qué los nuevos camiones verdes que transitan en Nuevo León no son accesibles para todas las corporalidades?
Estos nuevos camiones pueden lucir muy bonitos, tener clima, ser ecológicos y tener asientos designados para PcD (que por cierto, nunca respetan) pero el problema es que dejan de lado a un número importante de la población que radicamos en Nuevo León, las personas que vivimos con baja visión.
Tan solo en 2020 el INEGI Reportó en que Nuevo León el 13.9 (806,079 personas) de la población vive con alguna discapacidad, siendo la discapacidad visual el segundo lugar con 15,222 personas afectadas con algún padecimiento o complicación visual.
El que no haya personas con discapacidad trabajando en los sectores públicos como la secretaria de movilidad deja ver el gran desconocimiento que tenemos en materia de inclusión. Es importante saber que las medidas de accesibilidad son completamente diferentes para todas las discapacidades, si bien puede ser difícil adaptar el entorno no es imposible, pero la única manera de lograrlo es escuchando a las personas que tienen que vivirlo.
La baja visión no es corregible con lentes, cirugías o procedimientos. Las personas que vivimos con baja visión tenemos un resto visual que nos permite ver un poco, pero afrontamos dificultades a la hora que realizamos nuestras actividades diarias como leer o ir al súper mercado. Simplemente para caminar por la calle o tomar el transporte público, necesitamos de herramientas como un bastón blanco o un perro guía.
Para nosotros es importante tener diferenciadores como las texturas o los altos contrastes. Los colores en las rutas de camión eran una buena manera de distinguirlos ya que no era necesario ver el número o nombre de la ruta, el color nos daba una herramienta de accesibilidad.
La manera en que percibimos el mundo dependerá de cada persona y de su diagnóstico en mi caso que vivo con retinitis pigmentos, mi campo visual está muy reducido, tengo ceguera nocturna, visión borrosa y mucha sensibilidad a la luz. Si bien uso lentes, estos no corrigen mi campo visual ni me regalan luz para ver de noche. Hay muchas cosas que no están dentro de mi campo visual y leer una pantalla con letras resplandecientes y que se van moviendo está lejos de ser una opción para abordar el transporte y llegar a casa.
En palabras del secretario de movilidad Hernán Villarreal, tener colores en las rutas de los camiones no va con la identidad homogénea que buscan en su propuesta de modernidad para el estado de Nuevo León. Esto además de clasista –porque si, creer que todo debe ser de un color estandarizado, neutro y elegante es clasismo– es capacitista y carece de conciencia social, ya que no solo las personas que vivimos con baja visión no podemos identificar sus nuevos camiones, también las personas que no cuentan con el privilegio de saber leer encontraran problemas para identificar estas rutas.
En Nuevo León 1 de cada 100 personas de 15 años y más, no saben leer ni escribir.
Son 5 de cada 100 habitantes. (INEGI 2020) Sin mencionar que ahora son más costosos y complicados para pagar ya que tienes que COMPRAR una nueva tarjeta que solo puedes recargar en las estaciones de metro, o usar una aplicación en tu celular para pagar en Oxxo o con tarjeta de débito o crédito –como si todos los ciudadanos tuviéramos ese privilegio–. Estas nuevas unidades representan barreras para varios sectores de la población.
No podemos hablar de una ciudad moderna cuando se excluye y se crean entornos discapacitantes en el ejercicio de “mejorar”. ¿Cuántas personas con discapacidad están contratadas para implementar planes de accesibilidad en las calles de la ciudad? ¿Se pensó realmente en toda la población al crear el nuevo plan de movilidad o solo se atendieron las necesidades del sector más privilegiado?
Nuestra discapacidad nunca será el problema, es el entorno que nos roba independencia y crea barreras que son muy difíciles de ver cuando no lo vives.
Fabiola Mijares (Faby)
Es Licenciada en diseño gráfico y fotógrafa originaria de Monterrey, Nuevo León. Le encantan los gatos, la música, las plantas y cocinar. Actualmente trabaja como creadora de contenido para diversas marcas y hace activismo en redes sociales sobre gordofobia, accesibilidad, baja visión y diversidad corporal. Le encanta comunicar y crear conciencia sobre la discapacidad y la accesibilidad en la ciudad de Monterrey. Sueña con ser maestra braille y orientación y movilidad para niños.
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