Emprendimiento y discapacidad: rompiendo barreras en el mercado laboral mexicano

Por Cristóbal Getsemani Sánchez Calvillo.

Imagina enfrentarte al rechazo en una entrevista de trabajo o a la negación de servicios esenciales simplemente por el color de tus zapatos. Eso se llama discriminación y lamentablemente, para muchas personas con discapacidad (PCD) en México, esto no es una simple imaginación, es una realidad impactante.

Según la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS 2022), la discriminación hacia las PCD ha aumentado en un 37 por ciento en los últimos cinco años. En 2022, el 34 por ciento de la población con discapacidad afirmó haber experimentado actos de discriminación, mientras que el 45 por ciento afirmó que se le han negado servicios básicos, como educación, empleo o servicios de salud, únicamente por motivo de su limitación física, sensorial o intelectual. Como si esto no fuera suficiente, las políticas públicas del gobierno federal se limitan a entregar 45 pesos diarios de pensión a menos de un millón de PCD, lo que de ninguna forma reduce la desigualdad que enfrenta este grupo poblacional.

En ese contexto, el emprendimiento surge como una poderosa alternativa, capaz de transformar el panorama laboral en México y brindar a las PCD un camino hacia la inclusión, la independencia económica y la autonomía.

¿Qué es el Emprendimiento para las PCD?

El emprendimiento no es solo un término, es una senda hacia la independencia, la autodeterminación y la creación de oportunidades. Significa la capacidad de iniciar y gestionar un negocio propio, adaptado a las habilidades y necesidades únicas de las PCD. Aquí hay cinco razones por las que el emprendimiento es una opción atractiva:

1. Independencia y Control:

El emprendimiento permite a las PCD tomar las riendas de su destino laboral, diseñar horarios y condiciones de trabajo que se adaptan a sus necesidades y decidir cómo adaptar su entorno laboral para satisfacer sus capacidades únicas.

2. Accesibilidad Personalizada:

Los emprendedores pueden personalizar su entorno laboral para satisfacer sus necesidades y habilidades, lo que es esencial para las PCD que requieren ajustes en el lugar de trabajo. Las PCD, que conocen las barreras que enfrentan en su entorno físico o digital mejor que nadie, tienen la capacidad de identificar y resolver obstáculos con un enfoque único y creativo.

3. Capacidad Innovadora:

Los emprendedores con discapacidad tienen la capacidad de crear productos y servicios que no solo son accesibles, sino que también pueden satisfacer las necesidades de un mercado más amplio. Están impulsando la innovación en tecnología asistencial, diseño inclusivo y servicios de consultoría.

4. Contribución a la Comunidad:

Los emprendedores con discapacidad se convierten en modelos a seguir y defensores de la inclusión, al demostrar que las PCD tienen la capacidad de tener éxito en el mundo de los negocios y al mismo tiempo, crear redes de apoyo y oportunidades para otros miembros del colectivo.

5. Promoción de la Inclusión Social:

El emprendimiento no solo ofrece una opción laboral, sino que también fomenta la inclusión social al empoderar a las PCD y cambiar la percepción de la sociedad sobre sus capacidades y habilidades, pasando del objeto de caridad y apoyo, al sujeto de derechos, obligaciones y capaz de contribuir al desarrollo de un país.

Estadísticas Reveladoras:

Las estadísticas son claras y reveladoras. Según el último censo en México, existen más de 20 millones de personas con discapacidad en el país. Si consideramos los porcentajes de la ENADIS, estamos hablando de que aproximadamente 7 millones han vivido actos de discriminación y a 9 millones se le han negado servicios básicos. ¡Casi una de cada dos PcD! Estos datos muestran que la población con discapacidad es una de las más afectadas por una sociedad que impone barreras y obstáculos debido a prejuicios y estereotipos, que son multiplicados y maximizados por la ignorancia de las empresas, los gobiernos y gran parte de la población que ve a las PCD como sujetos de caridad y no de derechos.

Ejemplos de Emprendimientos para Personas con Discapacidad:

Discapacidad Motriz:

Una persona con discapacidad motriz podría emprender un negocio en el campo del diseño gráfico, desarrollando diseños accesibles y creativos. También podría considerar establecer una agencia de viajes enfocada en destinos accesibles y paquetes turísticos adaptados, brindando a las PCD la oportunidad de explorar el mundo sin barreras.

Discapacidad Visual:

Un emprendedor con discapacidad visual podría ofrecer servicios de redacción de blogs, creación y edición de audio en podcats o servicios de traducción de idiomas. Además, podría explorar oportunidades en el mundo de la literatura, como la escritura de libros en braille o la narración de audiolibros, brindando acceso a la literatura a un público diverso.

Discapacidad Auditiva:

Una persona con discapacidad auditiva podría emprender un negocio en el desarrollo de aplicaciones móviles que incluyan subtítulos y opciones de lengua de señas, mejorando la accesibilidad para todos. También podría aventurarse en la edición de fotografía, donde la comunicación visual es fundamental, o en el ámbito de la gastronomía, ofreciendo servicios de catering o creando un restaurante que promueva la inclusión a través del arte culinario.

En conclusión, el emprendimiento no es solo una opción laboral para las personas con discapacidad, es una solución que puede transformar el panorama laboral, empoderar a las PCD y promover la inclusión social. Las estadísticas revelan la persistente discriminación que enfrentan las PCD en México, pero también destacan la necesidad de un cambio. El emprendimiento permite a las PCD tomar el control de sus vidas y demostrar al mundo su valía y capacidad. Juntos, podemos trabajar hacia un país donde la discriminación laboral sea cosa del pasado y donde el emprendimiento sea una ruta hacia un futuro más inclusivo.