Por Cristóbal Getsemani Sánchez Calvillo.
¡De nada sirve el mejor look rosa, si de todos modos no puedo ver la película!
La industria del cine ha sido durante mucho tiempo una fuente de entretenimiento y emoción para millones de personas en todo el mundo. Sin embargo, para aquellos con discapacidad visual, la experiencia de disfrutar una película en la gran pantalla ha sido en gran medida una lucha contra barreras invisibles. Seguramente, el reciente estreno de la película “Barbie” en México nos revelará una vez más cómo la accesibilidad cinematográfica sigue siendo un desafío ineludible.
Una Oportunidad Perdida para la Inclusión.
Varias decenas de personas, en su mayoría mujeres y niñas, recorrían los pasillos de Centro Santa Fe, luciendo sus mejores atuendos en color rosa. La expectativa y la emoción eran casi palpables mientras hacían largas filas para alcanzar boletos para entrar al estreno de “Barbie” en las salas de Cinemex.
“Disculpe, ¿La película cuenta con audiodescripción?” Pregunté en la taquilla, a lo que los apurados vendedores de boletos, sin dejar de atender clientes por un momento, solo contestaron:
“Solo doblaje y subtítulos en español…”
Para quienes tienen la bendición de disfrutar una película en su totalidad, es fácil pasar por alto las dificultades que enfrentan las personas con discapacidad visual en el cine. La accesibilidad es crucial para que todos puedan acceder a las obras cinematográficas y experimentar la magia del séptimo arte. Subtítulos descriptivos, audiodescripciones, sonido 3d y otras tecnologías pueden marcar una diferencia significativa, brindando a las personas con discapacidad visual la oportunidad de sumergirse completamente en la historia y sentir la misma emoción que cualquier otro espectador.
Desde esta perspectiva, la inclusión y la accesibilidad son valores que deben permear cada aspecto de nuestra sociedad, incluido el entretenimiento. Seguramente, en el estreno de la tan esperada película “Barbie”, tanto las productoras Warner Bros y Mattel, así como los cines en México se olvidaron de una parte importante de su audiencia: las personas con discapacidad visual;
Es responsabilidad tanto de las productoras como de las cadenas de cines garantizar que sus estrenos sean inclusivos y accesibles para todas las personas. La omisión de estas medidas no solo es injusta, sino que también representa una oportunidad perdida para expandir su audiencia y demostrar un compromiso real con la inclusión; y así, una productora reconocida internacionalmente, ha perdido una valiosa oportunidad para ser un ejemplo en materia de accesibilidad A pesar de contar con los recursos necesarios para incluir subtítulos descriptivos y audiodescripciones en el estreno de “Barbie”, optaron por omitir estos elementos fundamentales para la población ciega, por lo que una película que podría haber sido un momento inolvidable para todos, se ha transformado en un lamentable acto de discriminación.
Las Cadenas de Cines en México: Complicidad Pasiva.
Por otro lado, los cines en México también deben asumir su cuota de responsabilidad en esta situación. Al permitir que se proyecte una película sin las herramientas de accesibilidad necesarias, se convertirán en cómplices pasivos de la exclusión y la discriminación. Como lugares de entretenimiento masivo, los cines tienen la obligación de garantizar que todos los espectadores tengan una experiencia gratificante y completa, sin importar sus capacidades visuales.
En México, la Ley General para la Inclusión de las Personas con Discapacidad (LGIPD) reconoce expresamente el derecho de las personas con discapacidad a acceder a la cultura y el entretenimiento en igualdad de condiciones con los demás. Según este ordenamiento, los cines y otras instituciones culturales están obligados a garantizar la accesibilidad de sus eventos y servicios para personas con discapacidad visual. Esto incluye la provisión de subtítulos descriptivos y audiodescripciones en las películas, como herramientas fundamentales para permitir que las personas ciegas o con discapacidad visual puedan disfrutar al máximo de las producciones cinematográficas.
Es necesario que las cadenas de cines en México, así como otras instituciones culturales y de entretenimiento, comprendan la importancia de adherirse a las disposiciones de la LGIPD; deben tomar medidas concretas para asegurar que todas las personas puedan disfrutar del cine en igualdad de condiciones, eliminando cualquier barrera que impida el pleno acceso a la experiencia cinematográfica.
Lo mismo aplica para las autoridades e instancias gubernamentales, quienes tienen la obligación expresa de fomentar, promover y facilitar recursos, políticas, profesionalización y apoyo técnico a empresas y organizaciones para que el acceso a la cultura por parte de las personas con discapacidad, sea una realidad sustantiva.
Es momento de que la industria del cine en México demuestre su compromiso con la inclusión y la diversidad, no solo en palabras, sino en acciones concretas. A través de una mayor concienciación y el cumplimiento de la legislación vigente, podremos avanzar hacia una sociedad más inclusiva, donde todos los ciudadanos tendrán la oportunidad de disfrutar de la magia del cine sin excepción alguna. El cine tiene el poder de unirnos a todos, y es fundamental que esta unión sea verdaderamente inclusiva.
En síntesis, la falta de accesibilidad en el estreno de la película “Barbie” en México es un recordatorio desgarrador de que aún queda un largo camino por recorrer en la industria del cine para garantizar que todas las personas, independientemente de sus discapacidades, puedan disfrutar plenamente de la magia de las películas. Es imperativo que tanto las productoras como los cines se comprometan con la inclusión y adopten prácticas que reflejen valores éticos y morales en su esencia.
Espero que este artículo arroje luz sobre la necesidad de fomentar la accesibilidad en el cine y que sirva como un llamado a la acción para todos los actores de la industria. Solo a través de la colaboración y el respeto por la diversidad, podemos lograr que un evento tan significativo como el estreno de una película, llegue a todos los amantes del séptimo arte sin excepción.
Cristóbal Sánchez Calvillo
Es psicólogo con 12 años de experiencia en la administración pública, desarrollando políticas públicas con enfoque en derechos humanos, así como en la capacitación y adiestramiento en temas de accesibilidad, inclusión de las personas con discapacidad y turismo accesible.
Colabora en el IMETAC como Director de Profesionalización y Capacitación.
Puedes seguirlo en @CG_Sanchez_
O contactarlo por correo electrónico: [email protected]