Moda y accesibilidad: cuatro proyectos que rompen los estereotipos sobre las personas con discapacidad

Por Alfonso Díaz Villaseñor.

Según Annie Jean-Baptiste, autora y formadora del equipo de inclusión de Google, existe una gran oportunidad de negocio si se amplía el público objetivo de las empresas hacia los grupos históricamente invisibilizados. Diseñar productos para una mayor diversidad de personas no solo aumenta su mercado, también genera mayor lealtad a las marcas y satisfacción de clientes, además de un impacto social significativo.

Bajo esta idea, podemos afirmar que las personas con discapacidad son un nicho de mercado desatendido hacia el cuál puede ser muy rentable comercializar productos. Y algunos proyectos de moda han demostrado en años recientes que esto es posible. En este artículo te platicamos cuatro casos de marcas que están rompiéndola, vendiendo productos accesibles para romper estereotipos sobre las personas con discapacidad.

Lencería accesible.

Varias marcas de ropa interior han surgido en los últimos años para generar prendas que sean tanto atractivas como accesibles. El primer caso de éxito es Modibodi, una empresa australiana que desarrolla y comercializa ropa interior con tecnología absorbente diseñada para menstruación, incontinencia, sudoración, lactancia y postparto. Esta empresa establece, desde su estrategia de negocio, su responsabilidad social: su misión es empoderar a todas las personas para que ninguna se sienta avergonzada de su cuerpo.

Esta empresa ha vendido más de cuatro millones de prendas a nivel global, incrementó sus utilidades en un 929% entre 2019 y 2021, y ha donado más de 27,000 prendas a personas que no tienen acceso a productos sanitarios. Entre sus productos figura el Adaptive Boyleg: ropa interior con broches laterales para que se pueda poner y quitar sin necesidad de pasar los pies por las aberturas de las piernas.

Otro caso es Liberare, una marca de brassieres fáciles de poner que combinan accesibilidad con comodidad. Su sistema de broches frontales está diseñado para que personas con diferentes niveles de destreza en las manos puedan vestirse sin complicaciones. Sin embargo, su accesibilidad no significa que sean prendas estigmatizantes. Al contrario, buscan que quienes las usen se puedan sentir valiosas, femeninas, empoderadas y sexys.

Según la revista Forbes, esta empresa generó tanto ruido que ha conseguido grandes apoyos financieros de instituciones en el Reino Unido y Francia, además de colaboraciones con grandes marcas como American Eagle.

Zapatos accesibles.

No podríamos escribir este artículo sin mencionar a Timpers, una marca española de tenis que son diseñados por personas con discapacidad visual a través del tacto. Sus productos se caracterizan por la combinación de texturas y contrastes entre colores, además de elementos bordados en sistema braille —no solo para brindar información, sino para resaltar su identidad—.

Más allá de la accesibilidad de sus productos, son un ejemplo de emprendimiento e inclusión laboral. La empresa fue fundada por tres personas con discapacidad en 2018, y para 2020 estaban facturando aproximadamente 60,000 euros. Y su plantilla está conformada mayoritariamente por personas con distintas discapacidades en todo tipo de roles. Como dicen, quieren mostrar que “pueden vivir de la calidad y no de la caridad”.

Del otro lado del mundo, la empresa Nike lanzó en 2021 sus zapatos deportivos Go FlyEase. Están diseñados sin agujetas, incorporando un talón que se abre para ponértelos sin necesidad de usar las manos. Este calzado se presenta como una nueva innovación pensada tanto para atletas paralímpicos como para uso cotidiano.

Los Go FlyEase, sin embargo, se comercializan como producto de súper lujo. En el sitio oficial de Nike se encuentran disponibles sólo para miembros en precios que superan los 3,000 pesos mexicanos. Podemos notar que en este caso particular, la accesibilidad convierte a este producto en un objeto de deseo, por el que la gente está dispuesta a pagar una mayor cantidad de dinero.

Los ejemplos presentados en este artículo demuestran que los productos dirigidos a las personas con discapacidad pueden ir mucho más allá de aparatos ortopédicos. Es hora de abordar a este nicho como se haría con cualquier otro, mediante procesos de diseño colaborativos donde las personas con discapacidad expresen sus anhelos y participen desde la generación de ideas hasta su comercialización. De esta manera se puede asegurar que los productos sean deseables para los consumidores, factibles tecnológicamente y viables para los negocios.