Por Alfonso Díaz Villaseñor
En otoño de 2023 se nos ocurrió la gran idea de escribir un libro ilustrado. Sonaba fácil hacer un compendio de historias sobre personajes con discapacidad que, con su ingenio y creatividad, transformaron al mundo. Lo que no sabíamos eran los retos para lograr que el contenido del libro fuera accesible.
Medio año después logramos publicarlo, tras descifrar cómo mantener los textos alternativos –en este caso, las descripciones detallados de las ilustraciones–, de la longitud que queríamos. Probamos diferentes plataformas y distintas formas de ingresar estos textos, hasta que conseguimos cargarlo de manera correcta en Kindle de Amazon. Las descripciones eran muy importantes para nosotros, ya que reflejan la labor de investigación que hubo detrás de cada personaje: ¿cómo se veía Louis Braille? ¿Cómo era la silla de ruedas de Stephan Farffler? ¿O cómo era la máquina de abrazos de Temple Grandin?
Pero cuando anunciamos el evento del lanzamiento del libro, vino a nosotros una nueva inquietud: cómo podríamos hacer que las ilustraciones sean accesibles durante el evento. Imprimirlas en papel o proyectarlas no sería suficiente, pues aunque lleguemos a describirlas, un visitante con discapacidad visual no podría conocerlas de forma autónoma. Ahí es donde intervino la impresión 3D.
¿Qué es la impresión 3D?
Es una tecnología donde se producen objetos a través de la adición de plástico fundido en capas. El plástico viene en forma de hilo, envuelto en un carrete desde donde se desplaza por un conducto caliente que lo derrite. Este conducto se mueve con base en coordenadas, para depositar el material en las ubicaciones indicadas por un archivo 3d generado en computadora.
Una de las ventajas de este proceso, es que permite producir piezas únicas a un costo relativamente bajo. No requiere de moldes, troqueles ni nada de eso. Solo basta con saber hacer modelos 3D que se adecúen a las posibilidades de cada impresora. Con estas figuras, lograríamos hacer accesibles las ilustraciones, para que las personas con discapacidad visual pudieran conocerlas a través del tacto.
El modelado de los personajes
Para este proyecto, modelamos a cinco de los 15 personajes del libro. Hicimos un análisis para determinar qué aspectos de cada uno eran los más relevantes, para generar el modelo con eso en mente. Por ejemplo, la ilustración de María Theresia Von Paradis tenía en primer plano su almohadilla para leer partituras, por lo que decidimos prácticamente replicar su ilustración del libro en alto relieve. Pero en el caso de Stephan Farffler, nos interesaba mostrar cómo funcionaba su silla de ruedas, conocida como carruaje manumotriz. Entonces modelamos las piezas por separado, para que las ruedas pudieran girar, y que Stephan pudiera colocarse dentro o fuera del carruaje.
La que más trabajo nos costó fue Judith Heumann, pues por el nivel de detalle requería muchos soportes. Cuando un modelo 3D tiene voladizos, requiere postes o paredes que los sostengan. Y aunque el software genera estos de manera automática, no siempre funcionan a la primera. Tras varios intentos y ajustes logramos imprimirla tal y como queríamos, con sus característicos lentes octagonales y su letrero con el texto “Derechos, ¡ya!” en alto relieve.
Y como cereza del pastel hicimos un retrato 3D de Cristóbal, el autor del libro, para que conociera el semejante copetote que tenía su ilustración del libro.
Estos modelos son parte de un proyecto que tenemos en el IMETAC a largo plazo: crear el museo de la accesibilidad. Para ello, estamos juntando un acervo con herramientas, ayudas técnicas, y por supuesto, modelos 3d de los personajes, para generar una experiencia interactiva accesible. Además, estamos desarrollando audiodescripciones para acompañar las figuras, como la que puedes conocer en el siguiente vídeo.
Recuerda que si tienes un museo, eres guía de turistas, o simplemente quieres materializar tus ideas, las soluciones en 3D son para ti.
Alfonso Díaz Villaseñor
Consultor en accesibilidad, innovación y diseño con más de 10 años de experiencia ayudando a empresas a mejorar su comunicación visual, servicios y productos. Es ilustrador amateur, coach certificado en Lego® Serious Play® y colabora como docente en la Universidad Anáhuac, Centro de Diseño, Cine y Televisión y la Salle.
Colabora en el IMETAC como Director de Diseño.
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