Por Alfonso Díaz Villaseñor
¿Puede un país tan tecnológicamente avanzado como Corea del Sur ser también atractivo para turistas con discapacidad visual? La respuesta es sí… pero con matices.
En este artículo, te platico un poco más a fondo sobre nuestra búsqueda de señales, texturas, sonidos y experiencias diseñadas para quienes ven el mundo desde otra perspectiva.
Paseando por sus calles
En mi viaje a Corea del Sur tuve la oportunidad de conocer 3 ciudades: Busan, Gyeoungju, y Seúl. Y algo que me llamó la atención, es que todas cuentan con medidas de accesibilidad en la mayor parte de sus espacios públicos. A diferencia de otros países, sus guías podotáctiles —esas franjas en el suelo con relieve que ayudan a orientar a personas ciegas o con baja visión– afloran en avenidas, parques, museos, estaciones de tren y hasta centros comerciales. Además, son continuas y rara vez están obstaculizadas.
Otro punto fuerte es que los letreros en braille y mapas hápticos siempre cuentan con algún elemento en el suelo que ayude a encontrarlos. Siempre me he quejado al ver estas señales aisladas, pues pareciera que las personas con discapacidad visual deben ir manoseando las paredes y todo a su paso para encontrarlas. Al integrarse con las guías podotáctiles o cambios de relieve en el suelo, es mucho más fácil que se aprovechen.
Como áreas de mejora, más enfocadas a las personas con movilidad reducida, está el tema de las escaleras. Aunque hay muchos elevadores y rampas, sus estaciones de tren son laberintos complejos difíciles de navegar. Para llegar a algunos andenes es necesario cambiar hasta tres veces de elevador en una misma estación. Yo mismo, al llevar maletas o carriola, me perdí un par de veces hasta para encontrar la salida de sus enormes centros comerciales. Por fortuna, la presencia de mapas hápticos también ayuda a ubicarse en estos recintos, y además cuentan con botones para escuchar explicaciones en formatos sonoros.

Historia y cultura accesible
Corea del Sur es un país con una historia fascinante, donde la accesibilidad también juega un papel importante. Por fortuna, las guías podotáctiles, mapas hápticos y señalizaciones en braille van más allá de la ciudad y también figuran en algunos museos, palacios y centros turísticos.
Una de las joyas del recorrido es el Museo Nacional de Gyeongju, que cuenta con una muestra especial de réplicas de objetos históricos que se pueden tocar, además de una sección infantil con libros en braille. Otra es el Dongdaemun Design Plaza en Seúl, un edificio futurista diseñado por la arquitecta Zaha Hadid, que tiene varias maquetas a su alrededor para que cualquier persona pueda conocer su forma por medio del tacto.
Claro, como sucede en otros países, sus recintos más antiguos todavía no cuentan con estas facilidades, como el impresionante templo budista Haedong Yonggungsa en Busan. Por suerte, algunos como los palacios reales de Seúl están empezando a integrar audio guías en múltiples idiomas para describir su belleza a distintos públicos.

Un viaje multisensorial
Además de su tecnología, Corea del Sur es famoso por su música, sus dramas televisivos, y su comida picante. Así que nos ofrece muchas oportunidades para conocer el país con todos nuestros sentidos.
Un caso especial es el Arte Museum de Busan, que si bien cuenta con impresionantes proyecciones visuales, también involucra al tacto, oído y olfato. Tiene una sala donde te prestan un paraguas para caminar por la lluvia, y otra donde caminas alrededor de un torbellino. Estas sensaciones te hacen disfrutar el museo de una manera muy distinta a la tradicional.
Pero si lo tuyo son las experiencias gastronómicas, Corea del Sur es una visita indispensable. Para alguien que no ve, sentarse frente a un tazón humeante de bibimbap –un platillo que mezcla arroz, vegetales salteados, carne, huevo y salsa picante– o probar un crujiente pajeon –hot cake de cebollín– puede ser una fiesta de texturas, temperaturas y aromas. En Corea, comer también se explora con los dedos, el oído y la nariz.

¿Qué tan “sin barreras”?
Corea del Sur demuestra que cuando la inclusión se piensa desde el diseño, el resultado se nota. Aunque aún hay áreas por mejorar —como los accesos físicos para personas que usan silla de ruedas o la falta de experiencias sensoriales en algunos destinos turísticos—, el país se posiciona como un referente en accesibilidad. Nos recuerda que todos tenemos derecho a descubrir el mundo, sentirlo, explorarlo y hacerlo nuestro, a nuestra manera.
Para saber más, te invito a que mires en nuestro canal de YouTube este episodio completo de Descubriendo un Mundo Sin Barreras, y coméntanos qué fue lo que más te gustó de Corea del Sur.

Alfonso Díaz Villaseñor
Doctor en Investigación Aplicada a Proyectos, con más de 15 años de experiencia impulsando proyectos que combinan diseño, innovación y accesibilidad. Es coach certificado en Lego® Serious Play®, ilustrador, y docente en la Universidad Anáhuac, Centro de Diseño, Cine y Televisión y la Salle. Es socio fundador del Instituto Mexicano de Turismo y Accesibilidad (IMETAC), donde colabora como Director de Diseño.
Puedes seguirlo en Instagram en @ideapuerto y @mytraveltoons
O contactarlo por LinkedIn en www.linkedin.com/in/alfonsodiazv