Cuando se observa a la inclusión como factor de innovación y de ventaja comercial, y no solo como criterio de filantropía, nos damos cuenta que si son más las personas que tienen la posibilidad de viajar, el sector turístico consigue más visitantes, temporadas más largas y nuevos ingresos.
La sociedad en su conjunto se beneficia de las nuevas oportunidades de empleo, de los mayores ingresos fiscales y de un entorno incluyente tanto para la población como para los visitantes.
En este contexto, el turismo accesible no consiste solamente en permitir el acceso de las personas con discapacidad, sino que tiene en cuenta también la creación de entornos de diseño universal que puedan ayudar a las personas que sufren una discapacidad temporal, a las familias con niños pequeños y a una población cada vez más envejecida, además de ofrecer un entorno más seguro de trabajo para los empleados.
Así, el turismo accesible es la forma perfecta para hacer rentable la inclusión, unir a las familias, fortalecer la economía de los destinos turísticos y sobreponerse al debilitamiento de otros segmentos turísticos como el de sol y playa.
¡Conoce todo lo que podemos hacer juntos por el turismo accesible en México!