Simulaciones de discapacidad: lo bueno, lo malo y lo feo.
Por Alfonso Díaz Villaseñor. Una de las prácticas más comunes que se utilizan para sensibilizar sobre la discapacidad, son simulaciones donde las personas “se ponen en los zapatos” de quienes viven con limitaciones. Se pide vendarse los ojos, leer párrafos desordenados, ponerse audífonos o transitar en sillas de ruedas, para simular ceguera, dislexia, baja audición…